¡Fue tan grande lo que me hizo! ¡Me siento tan frustrada y decepcionada por lo que me dijo! ¿Te identificas con alguna de estas frases esposa hermosa? Ciertamente, las ofensas de nuestra pareja son inevitables. Impactan nuestro corazón cuando menos las esperamos, provocando daños que en muchas ocasiones traen consecuencias graves a nuestra vida. Es por eso que hoy compartiré contigo las maneras en que pudieses reaccionar ante las ofensas de tu pareja. El objetivo es que puedas identificar algunos de estos factores al momento de decidir perdonar a tu cónyuge. Al identificarlo puedes conversarlo contigo misma, con el Espíritu Santo, con tu esposo o con un profesional de ayuda de ser necesario.
¿Qué es la ofensa?
La ofensa puede definirse de varias maneras. Según la Real Academia Española, la ofensa es:
- Humillar o herir el amor propio o la dignidad de alguien, o ponerlo en evidencia con palabras o con hechos.
- Hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo.
- Sentirse humillado o herido en el amor propio o la dignidad.
Otros autores definen las ofensas de la pareja con el término transgresión. La transgresión ha sido definida como la violación percibida por un miembro de la relación, de las normas pertinentes para la misma (Finkel, Rusbult, Kumashiro y Hannon, 2002), pudiendo ser normas específicas o compartidas culturalmente. Quebrantando, violando un precepto, ley o estatuto establecido por la pareja.
Imagina que estás dando un paseo por el campo. Un lugar hermoso y de repente, sin esperarlo, pisas una trampa que agarra tu pie. Esta trampa está tan fuertemente arraigada a ti que no te permite avanzar. Tu pierna y cuerpo están lastimados y atrapados. Sientes que te duele hasta el pelo. Se dañó el hermoso día de campo.
De igual manera ocurre con las ofensas en nuestra vida. No las esperamos y si no estamos apercibidas, las recibimos y estas dañan nuestro corazón. Provocando consecuencias graves en nosotras que no nos permite avanzar.
¿Cuáles son las ofensas que más te duelen?
Las ofensas que más duelen son las que vienen de las personas cercanas. Familiares, amigos, pero sobre todo la de nuestro cónyuge. Según Maio, Thomas, Fincham y Carnelley, (2008) las diferencias que provocan las ofensas, son las que hacen que el perdón dependa fundamentalmente del contexto relacional en el que ocurre la transgresión. Ya que dependiendo del tipo de relación van a existir diferentes roles así como diferentes necesidades psicológicas. Por lo tanto, mientras más cercano sea el vínculo de la relación, la ofensa será percibida como más grave.
¿Cómo reaccionamos ante las ofensas?
Reconociendo el hecho de que las ofensas son inevitables, debido a que somos seres humanos que nos equivocamos y fallamos. Quiero explicarte factores que inciden en la manera como reaccionamos ante las ofensas.
Factores que inciden en la manera como reaccionamos ante las ofensas.
Factor #1 Percepción de la ofensa recibida
Finchman y otros investigadores sobre la variable del perdón, establecen que la gravedad subjetiva, es decir, la manera en como se percibe (que es subjetiva) el daño causado, tiene una relación significativa e inversa con el perdón. Esto quiere decir que si percibo la ofensa como una de alta magnitud y daño hacia mi persona, la probabilidad de no perdonar y quedarme con esos sentimientos que esta provoca aumenta.
Factor #2 Sinceridad Percibida
La gravedad de la ofensa influye negativamente en la sinceridad percibida de la disculpa como en el perdón. Si percibo que lo que me hicieron fue grave, la probabilidad de que me otorguen el perdón disminuye.
Por otro lado, cuando el ofensor comunica unas disculpas sinceras, se incrementa la probabilidad de recibir perdón. Además, esta disculpa o intención de querer reparar el daño disminuye las motivaciones de venganza del sujeto ofendido (McCullough, et.al, 1998).
Si la persona percibe que las disculpas que ofreces son motivadas por lástima, disminuyen la probabilidad del perdón (Hareli & Eisikovits, 2006).
- ¿Qué podemos considerar como disculpas sinceras?
Las disculpas sinceras buscan reparar el daño causado (con nuestras palabras y acciones). Esto se logra mostrando arrepentimiento genuino. Resultando en que la persona ofendida se sienta validada y que el daño causado has sido reconocido (Eaton, Struthers & Santelli, 2006).
Acciones para mostrar disculpas sinceras
- Gestos conciliadores que facilitan el perdón y reducen la ira del sujeto ofendido.
Un ejemplo de esto lo vemos en la Palabra de Dios en el libro de Lucas 19. En este texto vemos como Zaqueo, un cobrador de impuestos muy mal visto en su pueblo, por engañar a las personas con la labor que desempeñaba.
¿Pero qué le ocurrió a Zaqueo? Tuvo un encuentro con Jesús. Este encuentro le hizo arrepentirse e inmediatamente restituye a los afectados. Evidentemente, aquí vemos arrepentimiento genuino, disculpas, validación a los ofendidos y gestos conciliadores.
Ahora quiero hablarte a ti esposa hermosa ¿Cuán dispuestas estás para restituir el daño causado hacia tu cónyuge? ¿Cuán dispuesta estás para soltar esa ofensa que te hizo? (Sería valioso leer tu respuesta en los comentarios).
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